martes, 22 de abril de 2008

LA ETIQUETA DE UN PRODUCTO

Básicamente, un producto es todo aquellos que se comercializa en mayores o menores cantidades. No denominamos producto a aquello que se vende más, sino que dentro de los propios productos los hay con más ventas y con menos.
Pues bien, en el mundillo de la farándula, se han empecinado en considerar que si no tienes una vos diferente y un físico bastante aparente, no eres un producto. Claro está nos referimos a un producto musical.
¿Qué hay que hacer, por ejemplo, para entrar ahora en un programa como O.T. y mantenerse?
Está claro que lo primero es caer bien a Risto Mejide y que no considere, simplemente con mirarte, que eres un "friki" y que ni siquiera puedes cantar (porque no reunes las condiciones físicas o de carácter ideales para ser un "producto"). Después está claro que hay que tener unos nervios de acero, ya que con el poco tiempo que te dejan en los casting para demostrar lo que vales, una de dos: o te atiborras a tilas, o te pasas días enteros haciendo un cursillo de relajación para controlar los nervios.
Según este criterio, solamente aquellos cantantes que desbordan en los conciertos o que cuelgan el "no hay entradas" el segundo día de ponerlas a la venta, son productos. Pero en nuestro país hay un sinfín de fantásticos artistas que con llenar pequeños teatros demuestran que son mucho más que una cara llamativa y una voz con gancho. Simplemente son artistas.
Hacer realidad el sueño de muchos, cuesta muy poco, pero en realidad, por el camino se queda gente que posiblemente valga más que los que han llegado al final. Si tu eres de esos que se han visto ridiculizados o frustrados porque has visto como, todo por lo que habías luchado, se viene a bajo, no te rindas.
Analiza la situación: ¿Puede un publicista evaluar si estás o no capacitado para la música? ¿Puede un publicista determinar si tu mereces tener o no una carrera musical?
Con todos mis respetos hacia los publicistas (porque no tengo nada en contra) considero que en esta vida hay un puesto para todo y una función para cada uno. Pero sin duda hay gente que se siente tan vacía que piensa que infravalorando a los demás va a llenar el vacío que le hace falta.